22.7.07

Poemario de las islas /7


Llegada a Iraklio (ciudad de heracles)


Ya un disco rojizo se insinúa
entre los grisores fatigados por el viento.
Allá, sobre acantilados, un pueblo
se ilumina como un día que despierta.

Nosotros emergemos apenas del sopor
de la madera envuelta en la brisa,
la tierra que avanza entrando en los ojos,
el espinazo torcido, reclamando el pan.

Las aguas infinitas (ya azules) se platean
en caprichosas praderas de luz,
bañadas por el halo de una Anunciación.
Apenas quedan pañuelitos bajo
el horizonte: algunas arrugas embellecen
el manto sosegado.
Siento que alzamos
las cabezas y, rectos como íes, volvemos
a poseer el cielo con los ojos.

Semidioses, nos pretendemos,
orgullosos como nuestra catedrales.


Cethymno-Heraklion, 28 Enero 2003.

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