24.9.08

Thomas Demand.

¿Qué es esto?

Una fotografía, claro. Una fotografía que muestra una sala de fotocopiadoras, también. Una sala de lo más anodina, con sus techos falsos con cuadrados de corcho blanco, sus lámparas colgantes que dan una luz mortecina, su moqueta fea y envejecida, esas máquinas masivas. Da la impresión de haber estado en esa sala, ¿verdad? Será porque no es una sala de verdad. Es la representación de una sala de fotocopiadoras.

Thomas Demand no fotografía el mundo real, sino que elige una imagen que le gusta, la reproduce en una maqueta que elabora minuciosamente a base de cartón y pegamento, la ilumina, la fotografía y la destruye. Nos encontramos pues ante reproducciones de reproducciones (ya inexistentes) de una cierta realidad. Es evidente que Demand no busca la perfección ni la verosimilitud: los "errores" son facilmente visibles con un poco de atención y creo que ayudan a crear la conscienca de que estamos viendo una maqueta, un amasijo de trozos de cartón. Sin esa consciencia, creo que sus fotos no tienen sentido.


Las obras de Demand provocan verdadera turbación, una sensación incómoda de encontrarnos en un mundo que imita al mundo, un espacio anónimo, sin vida. No hay personas, no hay nombres, los paquetes de cigarrillos no tienen marca y cada objeto es tan aséptico y carente de personalidad que casi nos parece estar frente a la representación de la idea del objeto en un sentido platónico, y no ante un objeto, del mismo modo que, a veces, en nuestros sueños la gente no tiene rostro.

Algunas de sus obras insisten en ese mundo anónimo: una sala de fotocopiadoras, un archivo de oficina con una escalera... uno tiene la desagradable impresión de haber estado ahí dentro, haciendo fotocopias (porque vivimos en un mundo industrial y todas las salas de fotocopiadoras se parecen) y por lo tanto de estar atrapado en un mundo de cartón, la reproducción sin personalidad de un mundo real, cualquiera que éste sea.


En otras obras, Demand parece jugar con la identificación entre el recuerdo y la maqueta. Para esta foto de una escalera, el artista afirma haberse basado en los recuerdos que guarda de la escalera del colegio de su niñez: no fue a verla para reproducirla con fidelidad, sino que se contentó con lo que había quedado en su memoria. De este modo, la ausencia de detalles cobra un nuevo sentido, puesto que la memoria es selectiva: estamos ante la reproducción de un recuerdo, el artista nos invita a un paseo por su memoria, por de su mente. Una vez hecha la fotografía y destruida la maqueta, Demand fue a visitar el colegio y vio que, por supuesto, la escalera no era ni mucho menos como la recordaba.

Pero quizás el uso de su técnica que más me interesa es el que le lleva a reflexionar sobre el sentido de los espacios. En una de sus series, Demand reproduce la Embajada de Níger en Roma, un apartamento en todo punto anodino. Según nos explica, allí tuvo lugar un robo el 2 de enero de 2001. Entre otras cosas, desaparecieron varios tampones oficiales de la embajada. En el dossier que un tiempo después Estados Unidos elaboró para justificar la Guerra de Irak, se encontraba un documento con el tampón de la embajada, que "demostraba" que Saddam Hussein había comprado material nuclear a Níger. Aparentemente, una parte de los servicios de inteligencia americanos, a sabiendas de que el documento era falso, se negó a aceptarlo como prueba. En todo caso, Demand nos presenta las fotografías de su reproducción de aquel lugar, un lugar sin personalidad, en el que tuvo lugar un hecho de importancia capital. La pregunta que surge es: ¿dejan los hechos una impronta en los lugares? ¿se puede leer la historia en ellos?



A todo el mundo le gusta pasear por las ciudades y leer las marcas que deja la historia: la antigua murralla llegaba hasta aquí, este casco antiguo se reconstruyó idéntico después de la segunda guerra mundial, aquí vivía Lope de Vega, aquí se produjo una matanza el día tal. Y miramos el lugar en busca de signos, de las huellas que los hechos hayan podido dejar, de la Historia en el presente. Del mismo modo, cuando ocurre un hecho lamentable, como una violación o un asesinato, los periódicos muestran fotos de los lugares donde han tenido lugar. Son lugares normales, sin caracteríticas particulares, pero nosotros miramos la foto, en busca de un sentido, de un rastro, de una conexión entre el hecho y el lugar.

Muchas de las series de Demand parten de fotografías de periódicos, como esa serie que reproduce un bar de Alemania en el que un niño fue torturado y asesinado gratuitamente. La larga investigación que siguió fue destapando una trama compleja alrededor del lugar. Y sin embargo, he aquí una de las fotos de las maquetas que Demand ha hecho a partir de las fotos de los periódicos. Sólo es la cocina de un bar, corriente y moliente. ¿No es desolador?


En otra serie, Demand reproduce las salas donde se contaron los famosos votos de Florida de las elecciones presidenciales del 2000, ese puñado de trozos de cartón agujereados que dieron la victoria a Georges Bush en lugar de a Al Gore. No se puede imaginar un tema más apropiado para su técnica. En las fotos, aparecen las salas con los teléfonos y los post-it sin texto, así como los cartones de los votos. Sin nombres.

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